El Consumismo excesivo
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¿Lo sabía?
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De
media, un canadiense consume 600 litros agua potable al día, un estadounidense 500
litros, un francés consume 150 litros aunque en África el consumo medio se
eleva a unos 30 litros por persona. Si seguimos con ese ritmo, los recursos de
agua potable van a desaparecer : los glaciares se derriten, los lagos se desecan,
etc. El oro azul, como unos los llaman, podría originar conflictos en el
futuro. 
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En
medio del Pacífico, a unos 1.000 kilómetros de Hawái, crece lo que se conoce como el «gran parche de basura del Pacífico», la «gran isla de
basura», la «gran sopa de plástico» o el «séptimo continente». Se trata de
un vertedero marítimo que tiene unas dimensiones increíbles (se calcula que
ocupa más o menos el equivalente de tres a siete Españas, y pesa unos 3,5
millones de toneladas). Una catástrofe ecológica que no deja de crecer. Resulta
de la confluencia de varias corrientes que llevan con ellas plásticos que
acaban entrampados en un gigante remolino. Es un desastre ecológico ya que no
se puede “limpiar” y el plástico nunca va a desintegrarse totalmente. Además es
un peligro para la fauna acuática, por ejemplo, el 50 % de la tortugas que se
encuentran muertas en las playas muerieron por la ingesta de plásticos.
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Si
atamos todos los sacos de plástico que se utilizan en el mundo en un año,
podríamos dar 63 veces la vuelta a la Tierra.
¿ Qué es el consumismo excesivo?
Ya podemos observar los impactos con los vertederos que se hacen cada vez más
grande y numeroso, las corrientes marinas que llevan con ellas miles de toneladas
de plásticos que tiramos de manera negligente.
La ley de la oferta y de la demanda juega un papel significativo. En
efecto, estamos entrampados en un círculo vicioso : la población mundial pide
cada vez más y en respuesta, las industrias producen cada vez más y se
construyen cada vez más plantas, los gases contaminantes se acumulan. Por
supuesto, entre las consecuencias del consumismo excesivo contamos con el
recalentamiento climático.
Además, la importación y exportación de productos genera daños sobre la
atmósfera.
Podemos decir que es nuestra responsabilidad cambiar nuestros modos de
vida, no de forma radical pero al adoptar pequeños cambios podemos mejorar la
situación : comprar comida con menos embalajes, tomar duchas más cortas o
cerrrar el agua cuando cepillamos los dientes. Son pequeños pasos adelante pero
ya pueden cambiar las cosas.
La influencia de la televisión en la obesidad
infantil
En los últimos tiempos, el porcentaje de niños con problemas de sobrepeso
incrementó. El sedentarismo (niños que pasan mucho tiempo en casa, especialmente en la ciudades, debido al trabajo de sus padres) y los malos
hábitos alimentarios causan principalmente sobrepeso y obesidad. Pero existe
otro factor responsable de ese trastorno metabólico y psicológico que afecta la
calidad de vida de los niños : la televisión.
Antes, los niños solían jugar afuera (en el jardín, en parques, etc)
pero hoy juegan frente al televisor. Por ello, es necesario tomar conciencia de
que la falta de ejercicio conduce a una obesidad precoz que puede provocar, en
el futuro, enfermedades cardiovasculares, diabetes, dislipemias
(concentraciones de lípidos en la sangre).
Según un estudio de la Academia Estadunidense de
Pediatría (AAP), los niños que comen mientras miran la televisión no son
capaces de reconocer las señales de saciedad que manda el cuerpo . De hecho,
comen porciones más grandes y alimentos muy a menudo menos saludables. En efecto, el estudio mostró que la televisión actúa como una mediadora entre obesidad y consumismo : cuando miran la televisión, los niños son influenciados por las publicidades para la comida y tienden a ingerir más grasas y glúcidos. Comen porque se aburren y comen lo que está al alcance de la mano (galletas, chips de patatas, snacks, bebidas azucaradas, etc). Los niños son víctimas del “bombardeo” publicitario y empiezan desde muy
pequeños a consumir estos productos en vez de verduras,
frutas, cereales, etc.
Los niños pasan cada vez más tiempo frente a una
pantalla (televisión, computadora, videojuegos, etc.) y es responsabilidad
de los padres el reducir ese tiempo. Tienen que incitar a sus
hijos a que pratiquen actividades físicas, manuales y creativas.
Entonces la solución parece evidente : encontrar distracciones para los niños.
¿Pero qué hacer ?
¿ Mejor este....
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... o esta ?Si les interesa el tema, aquí están unos enlaces con más detalles sobre las consecuencias de la obesidad o el sobrepeso entre los niños.
El Comercio Justo
Hoy les invito a no ser esclavos del sistema actual de consumo y a volverse un consumidor responsable que acoge en su vida un modo de consumo responsable, ético y solidario. Consiste simplemente en consumir con criterios racionales y apropiados, teniendo en cuenta la historia de los productos que compramos (quién los fabrica, dónde, cómo, etc...) y las repercusiones sobre el medioambiente y la sociedad de ese tipo de consumo.
No va a cambiar su vida de manera radical, pero ayudará a mucha gente que no tiene los mismos privilegios que nosotros a vivir de manera digna.
En efecto, los principios del comercio justo van más allá de una simple relación comercial, se trata de una forma de consumo que beneficia a todos. Respeta principios fundamentales como el derecho a un salario y condiciones laborales dignas, no explotación infantil, igualdad entre mujeres y hombres, derechos laborales, respeto al medio ambiente, etc.
Si le interesa, puede comprar productos del comercio justo en diferentes lugares que son muy fáciles de encontrar : en las tiendas del mundo Oxfam u otras especializadas en ese sector ; también se puede encontrar ese tipo de productos en los supermarcados. Fíjense que llevan el sello Fair Trade sobre el embalaje ya que ese sello garantiza al consumidor que el producto respeta los criterios del comercio justo.
¿Qué productos hay en comercio justo?
No sólo son productos alimenticios sino también son objetos fabricados por artesanos según métodos tradicionales. La compra de artesanía justa permite soportar económicamente las identidades culturas locales a menudo amenazadas por la globalización. También puede comprar ropa que procede del comercio justo, es decir que, por ejemplo, la producción de algodón se hizo mediante condiciones justas para el productor y el medio ambiente.
Por supuesto, esos productos son un poco más costosos pero si se planteaba comprarse el último Iphone 5 aunque su móvil funcione, no le molestará gastar unos euros más en productos de calidad que también apuestan por una buena causa.
Si necesita más información, visite el sitio web de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo:
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