Introducción
Decidimos presentar la historia de los medios en
Europa porque no solo vivimos cada vez más en el marco de la Unión
europea, sino también porque es casi imposible aislar la historia de los medios
en uno u otro de nuestros países ya que evolucionaron en paralelo. En esta
presentación, nos centraremos en
las dos guerras mundiales porque esos grandes acontecimientos tuvieron una
influencia marcada sobre los medios y su evolución.
1. La
primera Guerra mundial (1914-1918)
La primera Guerra mundial es un periodo importante
en la historia de la prensa. No solo provoca una ruptura brutal con el
desarrollo que se operaba desde los principios de la industrialización en el sector de la prensa sino también
pone de relieve su utilización en
términos de propaganda. Además, la primera Guerra mundial va a dirigir la
historia de la información
hacia nuevos horizontes con la utilización
de la fotografía como componente esencial del contenido de los periódicos. Permite a las poblaciones «ver» la
guerra y, más generalmente, ver la actualidad. Sin embargo, la fotografía se
queda más bien estática (retratos, reproducción
de monumentos, etc).
En Gran Bretaña, país
extranjero a los campos de batalla, la guerra provoca un alza considerable de
la tirada de periódicos. En
cambio, sobre el continente europeo, crea enormes dificultades para los
editores como la caída de los ingresos publicitarios (las empresas redujeron sus
gastos por un sentimiento de incertidumbre frente al porvenir), la falta de
mano de obra especializada (porque los trabajadores estaban movilizados por los
ejércitos), escasez y aumento del precio del papel (lo que arrastraba una bajada
de la paginación y un aumento del
precio de venta con una inevitable bajada de las ventas), y la perturbación de la distribución (las redes de ferrocarril no estaban
disponibles puesto que se estaban utilizando para actividades militares).
La censura hace el ejercicio del periodismo cada
vez más difícil con la limitación o
interdicción del derecho a informar
a la población y del deber de
informar de los periodistas. La censura va haciéndose más severa al volverse un
arma de los poderes políticos. Los periódicos
tienen la obligación de publicar
solo el informe oficial de los acontecimientos. A partir de 1917, solo unos
periodistas obtienen el permiso para ir sobre el terreno donde la guerra tiene
lugar.
Evidentemente, la importancia de la censura varía
de un país a otro. En otras palabras, se hace más pesada a medida que se acerca
de los países directamente enfrentados a la guerra. Por ejemplo, en Gran Bretaña es menos severa que en Francia o Alemania.
Además, la prensa tiene vocación
de sostener la moral de sus compatriotas al presentar las consecuencias de la
guerra con optimismo. En los periódicos
no se puede encontrar ninguna huella de las penosas condiciones de vida de los
soldados, de las matanzas, de los motines o de las deserciones. Ese
comportamiento de la prensa hace que se gane el desprecio de los combatientes
cuando descubren que la realidad de la guerra había sido tan endulzada, y que
pierda la confianza de los lectores quienes tienen la misma sorpresa al
enterarse de las realidades.
En lo que se refiere a España, su neutralidad durante la guerra indujo a los
protagonistas de los dos campos a investir de manera muy generosa en la prensa
española para influir sobre la posiciones de los periódicos en cuanto a la guerra.
2. 1918-1939 : Un periodo de cambio
En la época entre las dos guerras mundiales se observan
muchos cambios en los medios. Las actualidades cinematográficas se vuelven
verdaderos medios de información (antes de
desaparecer en los años ochenta), la audiencia de la radio crece rápidamente
(en los años treinta) y frente a esa
subida de la radio, la prensa pierde su estatuto de medios que anuncia la
información. Esa situación favorece la afirmación de la prensa periódica como
un medio que permite poner la actualidad en perspectiva. La prensa
cotidiana se diversifica y adopta una nueva forma de redacción (nuevos tipos de papeles y de escrituras). Por fin,
se nota un interés creciente para las revistas ilustradas.
Asistimos a un cambio de era: de una época donde el «impreso» dominaba en el paisaje mediático hacia la época del «audiovisual» que
va a hacerse el eje mediático
principal. Por otro lado, gracias a la radio, una parte importante de la
población, todavía analfabeta, va a aceder
a la información periodística.
La radio permite también superar las distancias y llevar los programas de
información, de cultura, y de divertimiento a las poblaciones aisladas. Por último, la radio va a
desempeñar un papel muy importante en la homogeneización
de las lenguas nacionales al disminuir los acentos y los sustratos regionales.
Por otro lado, los primeros sindicatos de
periodistas nacen en esta época así como varias escuelas de periodismo. Los
regimenes dictatoriales crean también sus escuelas con el fin de encuadrar
ideológicamente el acceso a la profesión. Así se fundió la Escuela Oficial de
Periodismo en Madrid bajo el régimen de Franco en 1941. También aparecen los
primeros “press agents”, que son agencias de prensa encargadas de proporcionar diversos
documentos a los periódicos.
En España,
la guerra civil tiene lugar entre julio 1936 y marzo 1939. El 22 de abril 1938,
Fransisco Franco promulga la «Ley de
Prensa» que regulará la vida periodística durante casi treinta años, hasta la promulgación de la nueva «Ley de Prensa e Imprenta» del 18 de marzo 1966. Se establece la censura. Las
redacciones reciben órdenes precisas sobre el tratamiento que conviene dar a la
política nacional e internacional. También se creó un registro oficial de periodistas en el que era
imprescindible encontrarse inscrito para ejercer la profesión. Los periodistas
eran formados en la Escuela Oficial de Periodismo. Y el ministro de información
detiene un derecho de veto sobre la nominacón del director de un periódico por
su sociedad editora.
A partir del fin de la guerra civil, el gobierno
decide el 24 de marzo 1939 que todos los periodistas tendrán que declarar los
periódicos donde trabajaron antes y durante la guerra civil, si pertenecen a
algun sindicato, a un grupo republicano o a la francmasonería. Una decena de
periodistas serán fusilados, otros serán condenados a perpetuidad.
Otro cambio importante de la época es la televisión.
Sin embargo, de los años 1920 hasta 1925, la
televisión queda para los privilegiados y poco después los comienzos
de programas regulares (en los años treinta), son
frenados por la segunda Guerra Mundial.
3. La
seguna Guerra Mundial (1939-1945)
Globalmente, los años
de guerra constituyen un periodo de debilitamiento de la prensa, de afirmación
de la radio como medio de información, de disminución de la televisión o de freno
de su desarrollo, así como de aumento de la censura.
La radio desempeña
un papel crucial durante la guerra en términos de información y de propaganda,
y por eso gana el interés de los gobiernos europeos a partir de la liberación por
razones técnicas (la penuria de papel debilita la prensa, así como las
destrucciones que complican la distribución de periódicos y los desplazamientos
de periodistas), y por razones políticas (ya que los países europeos conocen tensiones
sociales y políticas, y que la guerra fría se prepara).
Al salir de la segunda Guerra Mundial, casi todas
las democracias europeas han reconocido el estatuto público de la radio, que es
utilizada por el sector público a la excepción de dos regimenes dictatoriales:
el Portugal de Salazar y la España de Franco.
En España,
el ministro de información,
Manuel Fraga, promulga la «Ley de Prensa e Imprenta» del 18 de marzo 1966, que flexibiliza los
principios muy duros que la previa ley imponía a los periodistas y a los medios.
De hecho, hubo más periodistas llevados ante la justicia después de esta ley
que abolía la censura previa, lo que reforzó una actitud de autocensura por
parte de los periodistas que quisieron evitar los problemas judiciales y de los
directores de periódicos que eran destituidos después de tres sanciones en un año (lo que les incitaba a censurar su propia publicación)
Conclusión
En Europa, el fin de la segunda Guerra Mundia, la
liberación, los cambios de sistemas políticos y de estructuras económicos
potenciaron la proliferación de publicaciones muy eclécitcas. Pero, muy rápidamente,
la mayoría de esas publicaciones entran en una crisis ya que las estructuras
técnicas que datan de antes de la guerra se hacen demasiadas viejas, lo que
supone inversiones financieras importantes para modernizar el sistema. Entran
también en crisis porque los lectores se alejan cada vez más. En adelante, es
la radio la que se impone como el anunciante de información y con la televisión
que empieza a hacerse también un medio de información . Leer el periódico ya no
era cosa imprescindible para la mayoria de la gente que quisiera estar al
corriente de la actualidad. El acto de comprar un periódico se hacía más raro
mientras que la radio y la televisión se percibían como medios gratuitos.
Por otro lado, durante ese périodo, la prensa
comprometida con una ideología también conoce dificultades porque, ahora, los
ciudadanos pueden comparar esa información con la presentada por la radio o de
la televsión. En muchos casos ese fenómeno pone de relieve la falta de
profesionalismo, de rigor y de independencia de esa prensa partidista. Aquella
constatación da lugar a un abandono por parte de los lectores, movimiento que
generó la desaparición de muchas publicaciones y de muchos periódicos diarios.
Fuentes :
Albert Pierre,
Histoire de la presse, 10e éd., Paris, PUF, 2003
Vasquez Montalban Manuel, Historia y comunicación social, Barcelone, Mondadori, 2000.
Flichy Patrice, Une
histoire de la communication moderne, Paris, La découverte, 1991
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